La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, presentada el día 24 de enero y que será realizada en la Basílica de Guadalupe, México, de 21 a 28 de noviembre de este año, con el tema “Todos somos discípulos misioneros en salida”, ya está dando los primeros pasos en su trabajo de reflexión, escucha y espiritualidad. Se trata de ir fomentando la participación del pueblo de Dios que vive su fe en las diferentes realidades presentes en el continente.
La identidad de los discípulos y discípulas misioneros
Dentro del itinerario de espiritualidad, acaba de ser lanzado el primer material de trabajo, con la propuesta de ser llevado a cabo en los meses de febrero y marzo. El tema de este encuentro inicial es “La identidad de los discípulos y discípulas misioneros”, teniendo como lema “Discípulos y discípulas para el Reino”.
Con la propuesta de ser realizado en pequeños grupos de reflexión, el material detalla los pasos a ser seguidos. Estamos ante un convite para “que Jesús el Hijo amado, nos siga enamorando para proseguir su causa y que la Divina Sabiduría siga conduciendo nuestros pasos, como discípulos misioneros/as en la construcción del Reino de Dios”.
La propuesta es entrar en el itinerario de los discípulos misioneros, en comunidad de iguales, caminando juntos, en sinodalidad. Desde esa perspectiva, el primer encuentro propone conocer la realidad y la identidad de los discípulos misioneros según el Documento de Aparecida.
Un encuentro dividido en cuatro momentos
El encuentro está dividido en cuatro momentos. El primero, “Tocar la Vida”, que podríamos denominar como el ver, presenta el testimonio de Berta Cáceres, defensora del territorio y los derechos del pueblo Lenca, en Honduras, asesinada en su propia casa el 3 de marzo de 2016. A partir de ahí se propone ver la realidad de cada uno y estudiar lo que el Documento de Aparecida dice sobre los discípulos misioneros.
En un segundo momento, llamado “Iluminar la Vida”, se reflexiona sobre esa situación a partir del texto del Evangelio de Juan 2, 1-11, para pasar a un tercer momento, “Incidir la Vida”, en el que se propone interiorizar lo reflexionado y buscar compromisos y celebrar. Posteriormente, en el momento final, es leído un poema sobre la Identidad de los Discípulos y Discípulas y una oración mariana, que narra la realidad del continente, invocando a María, Madre de nuestros Pueblos.
Fuente: Prensa CELAM