La frontera indica las situaciones-límite, donde la humanidad o la Iglesia necesitan un servicio. Pueden ser lugares geográficos, grupales o culturales difíciles de atender y que piden respuestas nuevas y creativas.
En el año 2013, la 16ta. Asamblea Mundial reunida en Beirut, Líbano, estableció orientaciones para la acción en cuatro fronteras discernidas por toda la CVX.